lunes, 10 de junio de 2013

Un poco de mi historia adolecente.


Han sido los peores y desastrosos días en este mes pero no quiero hablar de esto, sólo quiero que pase el tiempo para poder contarlo con lujo de detalle porque aun no se acaba.

Ahora venia a hablarles de un tema que en lo personal llegó a deprimirme más en su tiempo. Cuanto era una adolecente es decir a mis 14 años, recuerdo que cursaba el octavo grado cuando empezó a gustarme un chico pero un amigo me dijo que debía de cambiar porque ya era hora de que me arreglara más y que bajara también de peso. Sus palabras aun me giran en la cabeza, me lo dijo de buena manera, no quiso ofenderme, fue una sugerencia cruel pero cierta.

Comencé con mis problemas alimenticios y a tomar sibrutamina. Debido a mi falta de comprensión y momentos difíciles que pasaba conmigo misma fui influenciada por unas amigas a meterme a subculturas como ser punk o emo. En aquel entonces aun no comenzaba el furor de los emos así que no sabía mucho de que eran, solo sabía lo básico, se vestían de negro y eran tristes así de sencillo, solo eso sabia. Siempre pensé que las personas que se vestían de negro eran geniales, estilo, super genial y etc. 

¿Por qué no ser así ya que estoy cambiando y buscando un identidad propia a mis 14 años?

Bien, me hice emo a pesar de no saber mucho de ellos. Empezaron a gustarme bandas y esas cosas más oscuras, me gustaban pero como dije antes nadie me entendía, me refiero a que pasaba momentos críticos, quería bajar de peso, bajé de peso, demasiado, mi familia comenzó a preocuparse y trataban de ayudarme de mala manera, mi mamá se había hecho mi enemiga, siempre que me hablaba era para regañarme y darme consejos de dietas y era lo menos quería escuchar, solamente quería ser y ya.

Mi papá también se puso insoportable conmigo, estaban preocupados pero su reacción ante el problema no ayudaba en absolutamente nada. Rompieron mi privacidad entrando a mi cuarto registrando todo lo que tenia y romper cosas valiosas y leer mi diario. Hasta el momento ha sido la experiencia más desagradable y dolorosa que me ha pasado. Jamás haré eso con mis hijos a menos que los quiera alejar de mi. (si es que algún día tengo hijos)

Mis papás eran mis enemigos y me refugié más en lo que eran los emos, comencé a maquillarme los ojos, empecé a hacerme fría, en serio, ahora que lo pienso desde entonces pongo una barra frente a mi pongo una cara de feliz pero cuando pienso que me atacan soy de lo más cruel cuando en realidad estoy temblando de miedo. Empecé a ser más amargada, detestaba a todos mis hermanos, estaba completamente sola en mi casa, prefería ir al colegio que llegar a mi casa, en el colegio me distraía y en mi casa solo pensaba en mis problemas.

Siempre he sido un poco sadica desde pequeña, recuerdo que la primera vez que me corté fue a los 12 años, yo de idiota quería tatuarme dos “SS” en mi mano izquierda, por equis razón que no diré solo para mantener mi anonimato.

Traté de suicidarme dos veces recuerdo que fueron dos episodios de mi vida que estaba con un vidrio roto rasgándome la piel de mi antebrazo y detenerme a pensar en que en realidad ya no valia la pena estar viviendo, no había ningún motivo, solo problemas. Recuerdo que tomaba el impulso para cortar mi vena que estaba ya a mi vista pero entonces me detuvo el pensar en Dios… si aquel ser ficticio en el que creía me salvó o más bien me salvó lo que creía, un poco de esperanza y temor a irme al infierno porque según el suicidio no es perdonado. Ahora eso me lo puedo pasar por los ovarios porque no creo en amigos imaginarios, mi vida es mejor pero eso es otro tema.

No lo hice por “dios”

Después de esos días caóticos quede un poco cansada de todo, no tenia animos de nada, tenia una maestra que me odiaba y eso solo empeoraba las cosas en el cole y con mis papás. En fin, todo era una mierda, pero ahora que lo pienso, al menos era delgada.

Pasaron muchos buenos momentos cuando pasé al siguiente grado y la ola de la moda emo empezó a sonar, realmente ya no me sentía parte de esa subcultura pero aun así me llevó de colada ese año, no me importaba yo solo era lo que quería ser, que me cortara no tenia nada que ver con eso pues pasaron los años y vi que no era una simple influencia. No sé que tipo de problema psicológico tendré, posiblemente varios pero he tratado de controlarme inmesamente con cortarme porque no es nada lindo, mi brazo esta con muchas cicatrices y son horribles, no puedo vestirme como otras chicas, siempre soy la rara de camisas de manga larga a pesar del calor.

Luego, empecé a decaer como princesa y comenzó el efecto rebote, no sé cuanto llegue a pesar pero era una cosa obesa. Los emo no pueden ser obesos, nadie puede tener estilo si es gordo porque se ven ridículos intentándolo. Un requisito para ser bien visto es ser delgado, mis depresiones han venido subiendo y bajando desde que todo empezó.

Después volvi a la adicción a la sibutramina y volvi a adelgazar, tenia 17, que lindo fue ese año, todos los chicos me miraban bien sin mala cara ni nada, podía caminar con la vista en alto, cosa que ahora realmente no hago pero intento aunque es imposible a menos que use lentes de sol, una simple mascara para ocultar mi pobre alma podrida. 

Me jodieron con quitar la sibutramina del mercado, ya no circula por el país desde finales del 2010 y desde entonces estoy con la peor lucha para bajar de peso, nada parece funcionar, las dietas más estrictas si funcionan pero es muy difícil para el cuerpo ayunar siempre. He cambiado mucho desde aquellas fechas, todo ha empeorado, con mi familia las cosas ahora van mucho mejor, tengo 20 años, ahora soy más madura que cuando tenia 14 años, comprendo a mis padres y ellos me comprenden a mi… al menos en un 90% pues el otro 10% es lo que yo no les digo y nunca les dije… tengo problemas alimenticios, vomito cuando se me da la oportunidad, las voces que me martillan la cabeza día y noche todo el año.

Sigo buscando el camino a la perfección, ha sido tan difícil, nadie sabe cuando me siento mal y lloro en mi cuarto pero no los quiero preocupar porque a pesar de que yo hablara sé que mis padres pensarían que son caprichos que aun no he superado que es cosa de no comer grasas y hacer una buena dieta. ¡Eso funciona con personas que nunca han tenido desordenes alimenticios y tienen su metabolismo normal!
Hasta el momento sigo luchando, sé que mi historia no terminará solamente así, esto solo es un largo capitulo que dará lugar a otro mucho mejor.

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