lunes, 4 de febrero de 2013

Rodeadas de cuchillas


Rodeadas de cuchillas y tentada a cortarme.
El mes pasado compre una cuchilla nueva para mi carrera en la universidad, vivo rodeadas de cuchillas para hacer trabajo, cada una es especial, sirven para algo especifico cada una, me gusta comprar muchas porque se arruinan después de los primeros usos, pero la que compre en Enero incluso pesa y se mira de excelente calidad.

Estuve tentada a sacarla de su caja muchas veces y probar su filo con mi piel pero me contuve hasta ayer, no la necesitaba para ningún trabajo, creo que no la necesitaré aun durante estos meses pero la saqué y solo me hice unos leves rasguños en la mano y la deje. Como dije estoy en una fase de depresión y mi paranoia crece.

Ahora tuve otro momento de paranoia cuando un amigo me dijo que vería a una ex compañera de colegio, le dije rotundamente que no me iria con él porque no quería verla, me insistió mirándome raro, creo que ya sabe porque no quiero ver a nadie pero aun así no lo dice ni quiero que lo diga directamente.
Retrocedí y volvi a donde estaba esperando unos minutos a que él se fuera y luego yo me fui finjiendo hablar por el teléfono celular solo para ocultar mi rostro y no ver a algunos conocidos que posiblemente anduvieran ahí, aunque creo que no habían moros por la costa, aun así se me hace desesperante esperar a que pasen por mi después de las clases pues podría encontrarme con personas que podrían burlarse de mi a mis espaldas, tengo miedo y me siento muy triste.


Pienso constantemente en lo que se sentiría estar en la azotea de un alto edificio y lanzarse, al llegar a mi casa, a mi refugio y ver a mi lindo perro entonces digo: no, él me necesita y no podría morir dejándolo solo, tengo muchas cosas que hacer aun en esta vida pero se me limita demasiado o más bien yo me limito demasiado y no disfruto de la vida.

Ana prefiero que me mates tú a que me mate esta maldita depresión.

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